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B. “El Estado somos nosotros”

Además de la coacción, la manipulación y los abusos de que fueron
objeto los miles de empleados públicos, los cuales han sido documentados
en la sección que antecede, los recursos materiales del Estado fueron utili-
zados abiertamente para favorecer la candidatura de Nicolás Ardito Bar-
letta.

Es imposible determinar la cifra exacta de esta utilización, a todas
luces violatoria de la Constitución y del Código Electoral. Para eso habría
que hacer un audito pormenorizado de los gastos públicos durante el pe-
ríodo de la campaña. Obviamente, el Gobierno no permitiría, ni resistiría,
ese examen. Sin embargo, tal como se ha señalado anteriormente, el hecho
que el Gabinete se cambió para introducirle personas mejor conocidas por
su trayectoria electorera que por su capacidad profesional comprobada, fue
un claro indicio de que el gobierno pensaba utilizar todos sus recursos para
favorecer a su candidato.

Controlando Ministerios y entidades autónomas es muy fácil desti-
nar recursos oficiales para favorecer a un determinado candidato. ¿Cuántos
miembros del numeroso staff de campaña de la UNADE derivaban su
sueldo de una u otra entidad oficial? ¿Cuántos empleados públicos, de to-
das las jerarquías, utilizaron una buena parte de su tiempo para hacer polí-
tica a favor de Nicky, descuidando así el trabajo por el cual le pagábamos
todos los panameños? El robo de tiempo es igual al robo de dinero. Pero
nunca podremos determinar esas cifras.

Estando al frente de entidades oficiales también es fácil financiar di-
rectamente parte de los gastos de campaña. Por ejemplo, la UNADE nece-
sita 100,000 pedazos de madera para hacer banderines. Sencillo. El Minis-
terio de Gobierno y Justicia (en manos de los Liberales), ordena la compra
de 100,000 pedazos de madera, preferiblemente a un aserradero de propie-
dad de algún allegado al régimen. Cancela con un cheque de su cuenta co-
rriente y carga el gasto a, digamos: “Mejoras a locales arrendados”. Luego,
vehículos oficiales transportan la madera al local de la UNADE y asunto
concluido. Más adelante, el material es transportado a otra entidad estatal,
por ejemplo, el Ministerio de Hacienda y Tesoro (también en la órbita de
influencia del Partido Liberal) y a funcionarios cuidadosamente seleccio-
nados se les asigna la tarea de hacer banderines políticos.

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