Page 40 - ASI_FUE_EL_FRAUDE_eBook
P. 40
del Gobierno, lo cual, sin duda, traerá disminuciones en el número de em-
7
pleados públicos. Esto, por supuesto, Nicky no lo mencionaba. Prefería
mentir y manipular, a través del miedo y las amenazas veladas, a los miles
de ciudadanos que derivan su sustento del Estado.
La carta iba acompañada de un cuestionario y se solicitaba llenarlo,
firmarlo y enviarlo a vuelta de correo al Centro de Campaña de la
UNADE. Con respecto a la firma del destinatario, decía la carta: “De no
ser incluida, no afectará el valor que para mí tendrán las opiniones de Ud.”.
Quizás no afectase el valor de las opiniones del funcionario, pero si afec-
taba su futura permanencia en la entidad gubernamental. ‘Sabemos tu nom-
bre y en donde trabajas, si no contestas te ponemos en la lista negra’: ese
era el mensaje que se enviaba a nivel subconsciente.
¿Cómo consiguió la UNADE la lista de todos los empleados públi-
cos? Obviamente le fue proporcionada por las entidades correspondientes.
Precisamente, para poder realizar abusos como este había sido cambiado el
Gabinete. Sin embargo, esta sutil pero eficaz coacción, palidecerá al com-
pararla a los otros métodos que se utilizaron para conseguir el voto de los
empleados públicos.
Al inicio del mes de abril, el PRD realizó una serie de reuniones para
los servidores del Estado en una conocida sala de baile llamada “El Cosita
Buena”. Las reuniones, en días de semana, comenzaban justo después de
terminada la jornada oficial de trabajo. En ellas los asistentes eran someti-
dos a interminables arengas políticas, en donde el mensaje “si no votas por
nosotros te botan”, era transmitido directamente y sin reparos. Y lo que es
más denigrante, a los empleados públicos se les obligaba asistir con el sim-
ple procedimiento de tomar lista de los presentes. Por lo general, la “toma
de lista” se efectuaba al abordar los buses que llevaban a los funcionarios a
los puntos de reunión. Ministerio de Obras Públicas, Dirección Industrial,
Fulano de Tal, presente; Perencejo, presente. Al día siguiente, aquel em-
pleado que había osado no asistir recibía la mirada amenazadora de su jefe
“político”, y el mensaje se continuaba dando: “votas por nosotros o perde-
rás tu puesto”.
7 Los despidos masivos comenzaron antes de lo esperado. Durante la semana del 24 de julio se despidie-
ron a 167 trabajadores municipales en La Chorrera, Colón y San Miguelito. “Estas medidas de austeridad
obedecen a compromisos del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y están
siendo aplicadas en diversas dependencias del Estado, conociéndose que las primeras entidades en sufrir
recortes en sus planillas son el Ministerio de Obras Públicas y la Caja de Seguro Social”. La Prensa, 26
de julio 1984, pág. 8c.
36