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Estado Mayor y, en última instancia, de su Comandante en Jefe. Una ver-
sión izquierdizante de la ideología de la seguridad nacional. De todo, me-
nos genuina participación pluralista y popular.

En política exterior, este proyecto torrijista logró internacionalizar
dramáticamente la relación conflictiva de Panamá con Estados Unidos a
propósito del Canal. Como resultado se acordó la paulatina descoloniza-
ción de la presencia estadounidense en la zona canalera, a cambio de un re-
conocimiento formal del derecho ilimitado de Estados Unidos a una even-
tual intervención militar en cualquier parte del territorio panameño. En el
proceso, el régimen se comprometió con el movimiento tercermundista, in-
cluso con algunos de sus componentes radicales, cultivó la ambigüedad en
relación con la rivalidad entre las fuerzas democráticas de occidente y las
fuerzas marxista-leninista y terminó por prestar su colaboración en una se-
rie de aventuras intervencionistas de índole regional, todo ello más allá de
los recursos y de los intereses nacionales de Panamá.

Las elecciones de 1984 tuvieron un significado excepcional. No so-
lamente porque fueron las primeras en dieciséis años para presidente y to-
dos los legisladores, y las únicas de esta naturaleza en la experiencia de la
mitad más joven del electorado. Lo fueron también porque lo que se vis-
lumbraba era la posibilidad, para todos los electores. de pronunciarse libre-
mente por el régimen torrijista o por la democracia representativa, como
sistema político, forma de convivencia social y valor en el campo de la ac-
ción internacional.

Los panameños pensábamos y sentíamos que estaba en juego, a tra-
vés de la escogencia de nuestros gobernantes, el rumbo histórico de nuestra
Nación. La alternativa a las elecciones era continuismo del régimen o cam-
bio hacia la democracia.

Avance o retroceso

Si las elecciones tuvieron esta significación excepcional, fue porque
se inscribían en una trayectoria bien definida. Se pudo pensar y sentir que
teníamos una alternativa real, porque las elecciones se dieron en el con-
texto de una experiencia de democratización.

Desde la firma de los Tratados Torrijos-Carter en 1977, la combina-
ción de presiones externas e internas había obligado al llamado “repliegue”
del General Torrijos. Se inició entonces el camino de la democratización,

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