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“Silverio Alfonso Brown Turton cobró mucha celebridad el día en que apa-
reció en una foto en un diario de la localidad [La Prensa] con una metra-
lleta en mano disparando y teniendo como escenario el Palacio Legislativo.
Aunque Silverio no fue procesado por tal acción, en la que fallecieron va-
rias personas en medio de una confusión política muy grande, se le veía
como si fuera miembro de un comando político defensor de las huestes de
la UNADE. Todo indica que en realidad Silverio participaba en política, pero
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como una fachada para poder esconder sus actividades delictivas”.

Así se cerró, finalmente, el círculo dejando al descubierto todas las
mentiras de los dirigentes de la UNADE y demostrando, sin lugar a duda,
que los sucesos del 7 de mayo fueron ejecutados por hampones miembros
del “Comando Especial del PRD” y protegidos por las Fuerzas de Defensa.
Fue todo parte de la estrategia de llevar a Barletta a la Presidencia, costara
lo que costara.

La ciudad permaneció libre de violencia durante el periodo de mayo
7 a mayo 30, aunque la ADO organizó en todos esos días nutridas marchas,
manifestaciones y caravanas de autos en protesta del fraude electoral. Es
importante resaltar que esos eventos se llevaron a cabo sin publicidad ma-
siva, pues las emisoras de radio y, por supuesto, los diarios de ERSA y las
estaciones de televisión, le cerraron totalmente las puertas a la oposición.
Además, la palabra FRAUDE era tabú y no se mencionó en ninguno de los
medios controlados por el gobierno. Además, desconocidos incendiaron el
transmisor de Radio Hit en Colón y sabotearon los equipos de la Voz de
Panamá en Panamá, silenciando así las 2 emisoras que disponía la oposi-
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ción. El Ya y La Prensa fueron los únicos medios de comunicación que
anunciaron las manifestaciones. A pesar de esa conspiración de silencio or-
questado por el régimen; a pesar de que existía la amenaza de que en cual-
quier momento las huestes del PRD atacaran nuevamente; a pesar de que le
cortaron la electricidad y los teléfonos por varios días al Centro de Cam-
paña de la ADO, el pueblo participó con entusiasmo en esas, casi espontá-
neas, manifestaciones de repudio al fraude y de apoyo a la nómina presi-
dencial de la ADO. En varias ocasiones el número de manifestantes superó

45 Crítica, 7 de agosto de 1984, pág. 17.
46 Después de haber sido hostigada durante toda la campaña política, las autoridades finalmente silencia-
ron a la Voz del Barú en Chiriquí, por medio del Resuelto No. 396 del 3 de julio de 1984, el cual con-
firmó en todas sus partes la Resolución No. 22 del 4 de junio de 1984. Ambas disposiciones fueron dicta-
das por el Ministerio de Gobierno y Justicia, en manos de los Liberales pero, en realidad, una dependen-
cia más de la Fuerzas de Defensa.
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