Page 107 - ASI_FUE_EL_FRAUDE_eBook
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ticas de países como el nuestro. Por lo contrario, las víctimas fueron el re-
                  sultado de un plan ideado por el régimen para complementar los numero-
                  sos y comprobados fraudes electorales. Por primera vez en la historia polí-
                  tica contemporánea de Panamá, se vieron grupos paramilitares actuando
                  bajo la supervisión y dirección directa de las Fuerzas de Defensa e igual-
                  mente con la anuencia de los dirigentes de la UNADE.

                         Una descripción de las actuaciones de estos grupos, específicamente
                  el infame “Comando Especial del PRD”, con su secuela de muertos y heri-
                  dos; la brutal represión policial de que fueron objeto cientos de simpatizan-
                  tes de la ADO y la destrucción del Centro de Campaña de esta organiza-
                  ción política por las Fuerzas de Defensa será el tema de la próxima sec-
                  ción.


                            E. “¿Quién es el que va a traicionar al
                               Dr. Nicolás Ardito Barletta?”  (palabras de Silverio Brown q.e.p.d.)



                         Silverio Brown, un delincuente común con un amplio historial poli-
                  civo, irrumpió al recinto de la Junta Nacional de Escrutinio, después de ha-
                  ber vaciado su revólver varias veces en dirección a los simpatizantes de la
                  ADO que se encontraban afuera y gritó, a todo pulmón, la cínica frase que
                  aparece arriba. Llevaba 2 revólveres, lo acompaña otro hampón, igual-
                  mente armado, que tenía una gorra que lo identificaba como miembro del
                  “Comando Especial del PRD”.

                         “Viva Arnulfo”, gritó alguien desde las graderías.

                         “Bájame a ese”, ordenó Brown a su acompañante.

                         En ese momento uno de los oficiales de las Fuerzas de Defensa asig-
                  nados al recinto se dirigió a Brown, le echó un brazo al hombro, le dijo al-
                  gunas palabras y lo sacó de la sala. A la salida, Brown y su acompañante
                  destrozaron las cámaras a un periodista de la Associated Press.

                         Eran aproximadamente las 7:30 p.m. del lunes 7 de mayo de 1984.
                  El “Comando Especial del PRD”, con la complicidad y la anuencia del Es-
                  tado Mayor y, obviamente con la aprobación de los dirigentes de la
                  UNADE, estaba llevando a cabo un “operativo” –para usar el lenguaje mi-
                  litar– cuyo propósito era atemorizar a la población de tal forma que no sa-




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