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liera a las calles a defender el triunfo obtenido en las urnas. No les impor-
taba si la acción producía víctimas inocentes, como en efecto sucedió. Lo
importante para ellos era mantener a la población atemorizada.

Leamos a continuación cómo describió La Prensa, en su edición del
8 de mayo, página 1A, los sucesos ocurridos esa fatídica tarde en las inme-
diaciones de la Junta Nacional de Escrutinio:

“Debido a la expectativa que reina en el país por conocer los resultados
de la elección presidencial del pasado domingo…, cientos de simpatizantes
de la ADO empezaron a agruparse ayer desde las 4:30 de la tarde por los
alrededores del Palacio Legislativo [sede de la Junta Nacional de Escruti-
nio] para evitar un posible ‘paquetazo’ contra el candidato Arnulfo Arias
Madrid.
A los pocos minutos se presentó un pequeño grupo del PRD que empezó
a gritar consignas en apoyo al Torrijismo…
Ambos grupos estuvieron a punto de chocar, pero los del oficialismo,
ante su clara desventaja numérica, optaron por retirarse. Esto fue aprove-
chado por los opositores, exactamente a las 6:52 p.m., para izar en la asta
principal del Palacio Legislativo una bandera tricolor del Partido Paname-
ñista Auténtico.
La euforia de los simpatizantes de la Oposición no duró mucho. A las 7:00
p.m. llegó otro grupo oficialista, liderado por el “Comando Especial del
PRD”, que de inmediato inició una ráfaga de disparos que provenían no
solo de armas cortas, sino de metralletas y rifles de repetición.
Unos 24 miembros de las Fuerzas de Defensa, que custodiaban el Palacio
Legislativo, decidieron cerrar las puertas de hierro y ordenaron que nadie
podía salir”. [Ver fotos en el Anexo No. 37]

Los cables internacionales confirmaron la versión de La Prensa. Por
ejemplo, uno de los cables de la UPI enviado por su corresponsal especial
que cubre las elecciones panameñas dice: “Algunos periodistas que presen-
ciaron el tiroteo de anoche… dijeron que los simpatizantes de Ardito Bar-
letta, armados con pistolas, rifles recortados y ametralladoras, dispararon
contra los que apoyan a Arias”. La AP señala que “jóvenes portando ame-
tralladoras de mano y otras armas, que se identificaron como comandos del
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PRD, recorrieron la zona alrededor del palacio hasta la media noche”.
Sin embargo, las emisoras de radio, los diarios de ERSA y las televisoras
controladas por el régimen culparon a la ADO, pero no pudieron producir
ni una sola foto o testimonio imparcial que respaldara sus afirmaciones. El

41 La Prensa, 9 de mayo, 1984, pág. 1A.
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