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importa resaltar el abominable asesinato del Padre Nicolás Van Kleef; la
represión violenta de la marcha pacífica realizada el día después de las
elecciones por las huestes oposicionistas, con una secuela de heridos; el
arresto de centenares de ciudadanos muchos de los cuales han sido
torturados en los cuarteles y, finalmente, la emboscada artera que las
Fuerzas de Defensa les tendieron el día 10 de mayo al Presidente y
Vicepresidente electos, Sres. Guillermo Endara Galimany, Ricardo Arias
Calderón y Guillermo Ford, a quienes, cuando encabezaban una
manifestación política, un pelotón de guardias uniformados les detuvo en
la vía pública, con engaños y excusas, en espera de la llegada de grupos de
paramilitares que, con armas blancas y de fuego, agredieron a los
candidatos y a sus seguidores, ante la mirada impávida de sus colegas
uniformados. El bochornoso espectáculo ha sido presenciado en las
pantallas de televisión del mundo entero y ha merecido el repudio
inequívoco de la comunidad internacional.
De los propósitos homicidas de ese ataque cobarde dan cuenta las
heridas infligidas a los integrantes de la nómina presidencial y,
particularmente, los disparos que, a quemarropa, recibieron los dos
guardaespaldas del candidato Guillermo Ford, cuando, con sus cuerpos lo
protegían contra el salvaje ataque de guardias convertidos, por orden de
sus jefes, en turba de maleantes. Uno de esos guardaespaldas murió
instantáneamente en los brazos de Ford y el otro, que aun se debate entre la
vida y la muerte, recordara para siempre, si vive, las palabras que escuchó
de boca de uno de sus atacantes, quien, con sevicia que no parece
panameña, le dijo cuando aquel pedía a gritos un doctor: “que te cure
Endara”.
Como consecuencia de la represión desatada por la dictadura fueron
arrestados numerosos ciudadanos y, a la fecha de hoy, 29 de mayo, todavía
permanecen bajo arresto e incomunicados alrededor de 150 panameños, a
los que se les ha negado asistencia legal e incluso la visita de sacerdotes.
Hay pruebas irrefutables de que muchos presos fueron golpeados y
sometidos a crueles torturas físicas y psicológicas.
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