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manera, el Tribunal Electoral, controlado por la dictadura, coartó la
libertad de expresión y el derecho de todos los panameños de conocer, sin
cortapisas arbitrarias, los resultados de los comicios.

Finalmente, desde el día anterior a las elecciones, se interrumpió la
señal de los canales internacionales de noticias que llegan a Panamá, con
lo que se completó el tinglado montado para aislar el pueblo panameño de

la realidad que surgiría del proceso electoral.

7. El Registro Electoral:

El 5 de mayo de 1989 los candidatos presidenciales de la nómina de

la oposición formalizaron una denuncia sobre diversas irregularidades en
el Registro Electoral, que se enumeran enseguida, a saber:

a) El incremento inexplicable de la población electoral, que casi
duplicaba el aumento de la población en edad de votar durante el
mismo periodo.
b) El aumento de la población electoral mediante la creación de

electores falsos, lo que trajo como consecuencia la duplicación de
más de cien mil nombres de electorales en el Registro Electoral.
c) La elevación del número de votos gubernamentales sobre la base
de dotar a los partidarios del Gobierno de varias cédulas de
identidad personal.
d) El traslado ilegal de miles de electores a circuitos donde la

oposición era especialmente fuerte, con el propósito evidente de
afectar el resultado de las elecciones parlamentarias.
e) La promoción desembozada de la abstención electoral mediante
el registro de electores en circunscripción electorales lejanas de
su domicilio.

f) La aparición en el Registro Electoral de electores difuntos cuyo
derecho de sufragar seria ejercicio, póstumamente, por terceras
personas. Un muestreo de tres mil personas fallecidas en los
últimos tres años, demostró que más del 27 % de las mismas
aparecieron inscritas en el Registro Electoral.

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