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toliquidarse y entregar unos resultados amañados y no escrutados al Tribu-
nal Electoral. Y ¿qué justicia electoral podíamos esperar del Tribunal en
donde imperaba la matemática del 2 + 0 = 3?

En el Anexo No. 24 se encuentra la Resolución dictada por la Junta
Nacional de Escrutinio el 11 de mayo y en el No. 25 la declaración hecha
al país por los partidos de la oposición el mismo día, la cual expone los
puntos de vista de la ADO en referencia al escrutinio a nivel nacional.

Ambos documentos serán comentados a fondo en la próxima sec-
ción, en la cual analizaremos la actuación del Tribunal Electoral a partir de
la fecha en que recibió el paquete de Actas Circuitales de la Junta Nacional
de Escrutinio.

D. “Quien escruta elige” II

El 14 de mayo se presentaron al Tribunal Electoral el Presidente
Suplente, el Secretario y el recién nombrado Vocal de la Junta Nacional de
Escrutinio, Pittí, Levy y Tejeira, con las 39 Actas Circuitales y la Resolu-
ción dictada el 11 de mayo, mencionada en la sección que antecede. El
Presidente de la máxima corporación escrutadora del país, Ismael García,
no asistió a esta ceremonia. Hacía días que había abandonado su puesto.
Gadeloff y Fernández decidieron no participar más en la farsa.

“La entrega de las actas, documentos anexos y grabación de las se-
siones, la hizo el Secretario… Acto seguido el Magistrado Presidente soli-
citó al Dr. Levy le aclarara si era cierto lo que le informaban los partidos
de la ADO, en carta enviada a su despacho [Anexo No. 25], de que solo se
habían escrutado 5 actas circuitales, restando 34 por escrutar. Ante los pe-
riodistas locales y extranjeros que cubrían la entrega, el Dr. Levy aceptó
que solo se habían leído y analizado 5 actas, en tanto, que los 34 restantes
solo fueron leídas rápidamente. El Magistrado Quintero insistió otras tres
veces [no podía creerlo], tanto a Pittí como a Levy, sobre el escrutinio de
las actas, respondiendo ambos que solo se habían escrutado 5 y leído las 34
35
actas restantes”. Quintero entonces recibió la insólita resolución. Y esa
era precisamente la estrategia del régimen. Trasladar la decisión de procla-
mar al ganador de las elecciones, de la Junta Nacional de Escrutinio, en

35 La Prensa, mayo 15, 1984, pág. 1A.
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