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margen de 1713 votos. Por lo tanto, se solicitaba declarar nula la proclama-
ción de Barletta y proceder a contar todos los votos. De hacerlo, la espuria
y tenue ventaja de Nicky se esfumaría y, por eso precisamente, no se hizo.
Por otro lado, el documento presentado por el Lic. José Salvador Muñoz,
del Partido Panameñista Auténtico, apuntaba a la gran cantidad de errores
y alteraciones en diversas Actas Circuitales, los cuales, de acuerdo con el
Código Electoral, anulaban la proclamación de Barletta y, por lo tanto, Ar-
nulfo Arias debía ser proclamado Presidente Electo.
Como era de esperar, ambas revocatorias fueron rechazadas. Llama
poderosamente la atención que el Tribunal Electoral, con un cinismo inau-
dito, utiliza como uno de los fundamentos legales en ambos rechazos, el
artículo 342 del Código Electoral que dice: “Las partes deben compor-
tarse con lealtad y probidad durante el proceso y el Tribunal o funciona-
rio competente hará uso de sus facultades para rechazar cualquier solici-
tud o acto que implique una dilación manifiesta e ineficaz”. (El subrayado
es nuestro). ¿Qué autoridad moral tenía el Tribunal para utilizar frases
como “comportarse con lealtad y probidad” cuando la mayor parte de sus
actuaciones, desde hacía años, estaban preñadas de arbitrariedades y des-
honestidades?
Para beneficio de los estudiosos de la ley y de la historia, hemos in-
cluido en los Anexos No. 29-34 los recursos de nulidad mencionados, las
respuestas del Tribunal Electoral y las reconsideraciones respectivas. Nó-
tese como el Tribunal Electoral, en su contestación a Lima, por ejemplo,
miente sin reparo en relación con la integridad de las Actas Circuitales y
elude totalmente la esencia del recurso, la cual era y sigue siendo ¡cuenten
esos 44,127 votos que dejaron por fuera!
Antes de finalizar esta sección debemos mencionar 2 puntos más que
afectan seriamente la credibilidad del Tribunal y la legitimidad del pre-
sunto triunfo de Barletta. Los incluimos, no para reforzar nuestros argu-
mentos pues creemos que a estas alturas el fraude, mejor dicho, los fraudes
han sido ampliamente probados, sino para ser razonablemente íntegros en
nuestra exposición de los hechos.
El miércoles 16 de mayo la ABC, prestigiosa cadena de televisión
estadounidense, mostró a un funcionario del Tribunal Electoral encapu-
chado para proteger su identidad. Este personaje reveló que en el mismo
recinto del Tribunal se habían fabricado 13,000 votos para Barletta y se ha-
bían destruido 4,000 de Arnulfo Arias (Ver Anexo No. 35). La noticia
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