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Y después Nicky diría, durante su gira “triunfal” por Bogotá, San
José, el Lejano Oriente y Washington D.C., “¡yo gané en buena lid!”. Ase-
veración esta que el lector, indudablemente, ya reconoce como carente de
toda veracidad.

Pero la participación directa del Tribunal en el fraude electoral de
1984 no se limitó a los casos arriba expuestos. En el escrutinio de las actas
correspondientes al Circuito de San Miguelito, realizado en el mismo re-
cinto del Tribunal Electoral, estando presentes los tres Magistrados y el Se-
cretario General, también hubo fraude. Y este otro fraude fue así.

El miércoles 15 de mayo se realizó el escrutinio que nos ocupa. Re-
cordemos que la ADO había impugnado todo el Circuito de San Miguelito
en vista de la estrategia de la UNADE de impugnar masivamente aquellas
Actas de Mesa, cuyos resultados le eran desfavorables. Ahora había que
contar los votos que no había contado la Junta Circuital de Escrutinio. Y se
contaron, pero de una manera fraudulenta. Por ejemplo, “el acta de la mesa
No. 3234 fue leída [por el Secretario Tomlinson] como si solo arrojara 5
votos a favor de la UNADE y ninguno a favor de la ADO, cuando en reali-
dad representaba 69 votos por la UNADE y 103 por la ADO; el acta de la
mesa No. 3236 fue leída como si no tuviera ningún dato, cuando en reali-
dad contiene datos de 74 votos por la UNADE y 97 por la ADO; algo simi-
lar sucedió con el acta de la mesa No. 3237 y el acta de la mesa No. 3455
fue leída como si el Partido Panameñista hubiera recibido 131 votos y el
Partido Panameñista Auténtico solo 7, cuando en realidad fue al revés…

Ante la insistencia de los representantes de la oposición, el Magis-
trado Quintero, en presencia de los otros dos Magistrados, indicó que si los
partidos de oposición podían presentar actas de mesa que verificaran las
correcciones reclamadas, ello se tomaría en cuenta. Sin embargo, a pesar
de haber presentado un conjunto de actas ese mismo día, el Tribunal no
efectuó ninguna corrección… el escrutinio incorrecto de las mesas de San
Miguelito, por parte del Tribunal, representó una reducción de por lo me-
nos 940 votos” en detrimento de Arnulfo Arias. 940 votos escamoteados
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a la ADO en presencia de los tres Magistrados.

¿Cuántos habrán escamoteado funcionarios igualmente deshonestos
en los otros 39 escrutinios circuitales? Si le añadimos estos 940 votos a la
ADO, ¡el margen de la presunta victoria de Nicky se reduce solamente a
773 votos!

36 Op. cit., mayo 20, 1984, pág. 1A.
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