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Al llegar Quintero al Tribunal Electoral, encontró una organización
desprestigiada por los numerosos escándalos electorales, que habían ocu-
rrido impunemente durante los años anteriores a la reorganización mencio-
nada. Sin embargo, no removió de su cargo a ningún funcionario de jerar-
quía, algunos de los cuales, obviamente, habían estado involucrados en las
pasadas irregularidades. En particular, debemos mencionar al Secretario
General, quien permaneció en su puesto a pesar de su reconocida simpatía
con el PRD y su participación, de una u otra forma, en los escándalos que
motivaron la aparente reorganización del Tribunal Electoral.

Específicamente, en 1977, la votación del plebiscito sobre los Trata-
dos Torrijos Carter se efectúo sin registro electoral y, según las dudosas ci-
20
fras del Tribunal Electoral votó el 97.33 % de la población electoral. En
1978, a las 3 de la tarde del día de las elecciones para Representantes de
Corregimiento, el Tribunal Electoral toleró que se impartieran órdenes
anónimas para que pudieran votar aquellos ciudadanos que no aparecían en
las correspondientes listas electorales. Esto dio como resultado que mu-
chos simpatizantes del régimen, quienes habían sido alertados de este insó-
lito relajamiento, votaran más de una vez. Finalmente, en las elecciones
para Legisladores de 1980, unas 30 comunidades en la provincia de Vera-
guas, en las cuales no se realizaron elecciones con el propósito de favore-
cer al candidato oficial (primo hermano de Torrijos), quien no era popular
en esa región. En Bocas del Toro también se utilizó el expedito método de
favorecer al candidato oficial no realizando elecciones en las comunidades,
alrededor de 10, en las que no se gozaba de la popularidad deseada.

Everardo Tomlinson había sido el Secretario General del Tribunal
Electoral durante todas las irregularidades mencionadas y siguió en su
puesto al ocupar Quintero la presidencia, ahora con más experiencia.

El mismo Quintero aceptó la existencia de funcionarios parcializa-
dos dentro del Tribunal Electoral en una entrevista que publicó La Prensa
el 6 de enero de 1984, pág.1A. “Nos preocupa”, dijo Quintero, “la parciali-
zación de los funcionarios… ya les hemos hecho comunicaciones de que el
funcionario del Tribunal que se parcialice será sancionado duramente”. A
lo cual respondió el diario mencionado en su columna “Hoy por Hoy”, del
mismo día: “Si realmente se quiere impedir la parcialidad de los funciona-

20 Linares, Julio E.: TRATADO CONCERNIENTE A LA NEUTRALIDAD PERMANENTE Y AL
FUNCIONAMIENTO DEL CANAL DE PANAMÁ, de un colonialismo rooseveltiano a un neocolo-
nialismo senatorial. Litografía e Imprenta LIL, S.A., San José, 1983, pág.143.
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